Paul Feyerabend
El primer planteamiento es la necesidad de un anarquismo intelectual para el progreso de la ciencia.
El científico debe olvidarse de su religión, sentido del humor, en fin, de todo lo que forma parte de él, incluso adoptar un lenguaje diferente y delimitar su imaginación.
Ante esto, el autor plantea que pueden existir nuevos y diferentes métodos a través de los cuales se puede llegar a diferentes resultados y no por ser otro método ser inválidos, porque el mundo es desconocido, y por tanto, es necesario abrir nuestras opciones, no restringirlas: si deseamos conocernos debemos rechazar criterios universales y rígidos.
En este sentido el libro intenta plantear, como ya decía, una ciencia anarquista, además de la idea de construir un mundo alternativo completo, un mundo soñado, para descubrir los rasgos del mundo real en el que creemos habitar.
Plantea la necesidad de la invención de un nuevo sistema conceptual que mantenga en suspenso o en choque, o en contradicción, con los resultados experimentales más cuidadosamente establecidos, que confunda los principios teóricos más plausibles y que introduzca percepciones que no formen parte del mundo perceptual existente.
A lo largo de los capítulos realiza explicaciones más extensas de porque es necesario esto y de cómo aplicarlo, ya sea, por ejemplo, a través de una "contrainducción" o "contrarreglas".
También hace mención, desde la lectura que yo le doy, de la importancia de incluir en el método, las variables externas, como pueden ser las inferencias políticas por ejemplo, las arbitrariedades del propio científico, sus pasiones, etc., que, contrario a lo que pudiera pensarse, remontándonos a la historia de la ciencia, incluso éstas pueden ser motor o factor crucial en el desarrollo o progreso científico.
No se puede dejar fuera al contexto cultural, que también nos transforma, es parte de nosotros y por más objetividad que pretendamos tener, habrá influencia de éstas en nuestro trabajo científico.
Plantea además, cómo, a través de la historia se han infringido reglas y que esto ha sido necesario para el progreso, a veces resulta necesario no seguir la regla.
Cuando la "argumentación" no es suficiente, es necesario recurrir a otras cosas. Y dentro de este punto, me pareció interesante, notar que el autor del texto se vale de ejemplos como tomados de la psicología, donde analiza la forma de aprender de un niño, y asegura, que ésta no tiene que cambiar con el paso del tiempo, es decir cuando se convierte en adulto, y posteriormente se habla de como el niño no comprende neceariamente por argumentación o racionalismo.
Feyerabend propone la creación de un nuevo método, pero no es inconsistente con su propio pensamiento, pues dice que su propuesta no es la creación de uno nuevo que sustituya el anterior, sino hacer conciencia de que todas las metodologías tienen sus límites.
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