¿Es posible una epistemología política que solucione la asimetría entre naturaleza absolutizada y política relativizada?
Antonio Arellano Hernández
En la lectura, el objetivo principal es abordar la problemática del conocimiento que relaciona la actividad política y la actividad científica, debido al advenimiento del movimiento posmodernista. Actualmente se supone que la objetividad científica es el último eslabón en la evolución del conocimiento de la realidad y que la ciencia consiste en revelar verdades universales, por lo que se le ha considerado a la naturaleza como única, objetiva y universal; por otro lado, en la política, las verdades sociológicas han sido empeladas como argumentos ominpotentes y como conocimientos que acanzan niveles sobresubjetivos, es así como la política se considera como relativa.
Los posmodernistashan diagnósticado la disolución de la epistemología moderna y augurado el surgimiento del eclectisismo, el relativismo, la polisemia y la virtualización; de acuerdo a lo anterior, Sokal y Bricmont mencionan: " el peligro mayor del posmodernismo radica en el relativismo epistémico, específicamente, de la idea de que la ciencia moderna no es más que un mito, una narración o un constructo social entre muchos otros".
El relativismo epistémico, considera que la certeza cognitiva sobre las características de la naturaleza se opacan y se disuelven en innumerables e inconmensurables concepciones sin la organización teórica del enciclopedismo. Adoptar dicha corriente, hace correr el riesgo de imaginar la disolución de la realidad, de aceptar la inaccesibilidad a la naturaleza, o bien, de reconocer que la objetividad como vínculo y adecuación entre naturaleza y conocimiento puede existir sólo en el rango de objetividad socioregional. Adoptando el relativismo a a ciencia, la asimetría entre la consideración de una naturaleza única y la de una política relativa, quedaría seriamente cuestionada; el problema real sería explicar de qué manera el proceso de relativización científico y político se acompaña de acciones de los actores en las que se acuñan negociada y contingentemente sus propuestas de validez científica y de pertinencia política.
La guerra de las ciencias muestra como ciertos científicos defienden la copresencia del absolutismo en ciencias y del relativismo cultural y, ciertos estudiosos de la ciencia defienden el relativismo en ciencias y el absolutismo sociológico, por lo tanto, ambos evitan el tráfico entre relativismos y absolutismos.
Otro únto importante es cómo los problemas de conocimiento contemporáneo necesitan de una epistemología complementaria; pero el problema radica en que no disponemos de una epistemología para referirnos a causas natural-sociales, ya que la epistemología modernistas no proporciona certezas antiguas, ya que las fronteras entre naturaleza y sociedad que impiden percibir determinados problemas cruciales del mundo contemporáneo.
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