martes, 29 de mayo de 2007

Conciliar entre ciencias exactas y humanidades

La guerra entre ciencias exactas y humanidades en el fin de siglo:
el "escándalo" Sokal y un aporpues pacificadora.

Considero que el artículo nos deja varias reflexiones además de que amí en particular me trajo a la mente otras tantas.
Me aprece plausible, como el propio artículo lo señala, esta noción que se plantea de poner en tela de juicio la falta de rigor que a veces se tiene en ciencias sociales, es necesario, sin radicalizar, como llegan a hacerlo Bricmont y Sokal, regresar a ese rigor tal vez modernista que se tenía para poder jactarnos de la producción de conocimiento certero y verificable. Sokal, nos demuestra, a los que pretendemos dedicarnos, y los que se dedican al estudio de ciencias sociales, la facilidad con la que son aceptados textos y que no son verificados al cien por ciento para no cometer errores como el que en este caso desató todo un "escándalo" y una serie de discusiones que a la larga pueden considerarse como productivas o inminentes.
La noción de "impostura científica" o de "impostor" me parece, repito, sin radicalizarla, bastante importante y necesaria, clarificadora, pues al punto en el que hemos llegado, de relativizar todo, puede significar un "respiro", un "alto en el camino" que nos diga, "detengámosnos y verifiquemos la validez de los que estamos haciendo.
Al llegar aun punto en la lectura en el que dice que se ponen cara a cara filósofos vs científicos, me pregunto, no se que tan válido sea decir ¿cómo es posible que tengamos que detener a nuestros filósofos contemporáneos? ¿no antes eran los dedicados a la filosofía quienes tenían sino todas, muchas verdades y toda la credibilidad? ¿En qué punto nos encontramos y qué nos puede indicar a cerca de nuestro tiempo, el tener que cuestionar a quienes se llamen filósofos?
Otro punto importante, y que pertinentemente el artículo lo señala es que, al "escándalo Sokal" se le dio mucha difusión y gran parte de la comunidad dedicada a estos estudios se dio por enterada al respecto, pero cuántos de los dedicados a la filosofía de la ciencia, la física, la sociología de la ciencia, o la ciencia en general estan dedicados el estudio, o han puesto sus ojos en los estragos, por así decirlo, que supone aceptar los términos que nos plantea la posmodernidad y sus conceptos o afirmaciones.
Al tomar en cuenta la noción de posmodernidad y de algún modo poner en tela de juicio sus supuestos y consecuencias, se puede pensar también si aquellos que se rehusan a aceptarla serán los equivocados, si el rehusarse es como un "mecanismo de defensa" que tenemos los seres humanos ante los cambios, y si en algunos años, tal vez muchos, nos demos cuenta que aquellos que nos rehusamos éramos los equivocados y nuestra actitud, es o era, como digo, simplemente un asunto subjetivo de no querer dejar un paradigma de años.
Por otro lado, y para finalizar, creo que el artículo concluye adecuadamente al plantear una propuesta que resulta y resultará nada sencilla de conciliar entre las dos ciencias y no perder la escasa comunicación que ahora tienen ciencias sociales y exactas; y además, coindicido con la idea de que no todo el posmodernismo y sus supuestos resultan equívocos.

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